Tradición de lo nuevo -construcción de identidades
Con el título “La línea del tiempo”, el British Arts Centre (BAC) presenta una exposición retrospectiva de la artista argentina Susana Beibe que festeja sus 35 años con el arte. La exposición estará integrada por diversas series que marcaron hitos en su trayectoria y una producción de obras recientes
Susana Beibe trabaja con numerosas técnicas y en disciplinas tan variadas como la escultura, el relieve, la pintura y las instalaciones.
En las temáticas que la artista aborda figuran cuestiones inherentes al hombre actual, que se caracteriza por transitar entre el mestizaje híbrido que propone el mundo contemporáneo: el exilio, las raíces, la identidad, las búsquedas, los encuentros.
A partir de la década del noventa, Beibe deja de lado el monumentalismo para desenvolverse a través de los relieves escultóricos. Obras desde donde la artista se comunica con el espectador a través de un discurso pregnado por lo conceptual. El expresionismo de sus comienzos le dio paso al concepto y a la síntesis. En su propuesta pictórica actual prevalece el empleo del color, la geometría y la apertura del espacio en el plano.
Desde la temática, Susana Beibe explora los espacios anónimos propios de las sociedades de control que pertenecen al mundo globalizado. Allí, las señas identitarias de antaño desaparecen y dan lugar a nuevas simbologías de reconocimiento. Una identidad dominada por el anonimato que se ve representado en un teatro en donde los actores pasan a ser códigos de barras, estadísticas, mediciones y porcentajes.
“Mi obra tiene que ver con el ser humano y su búsqueda de identidad, tema recurrente en las diferentes series que he creado. Esto está presente en mi obra con las figuras que salen del plano y forman multitudes; figuras inmersas en esos códigos actuales. Son seres humanos mimetizados, perfiles sin rumbo fijo, por eso mi búsqueda es la de revalorizar al hombre con su historia, sus raíces e individualidades”, explica la artista.
Beibe investiga pictóricamente una arqueología de lo humano en tanto cultura viva, es decir, un desarrollo socio cultural en donde es posible aprehender las manifestaciones actuales pero sin dejar de lado sus condiciones de producción. Es decir, su red social de sentido manifestada discursivamente en las maneras en que el hombre (social) se relaciona con el mundo.
Para ello, la artista se aleja de la vieja tensión entre modernidad y tradición y propone apuntar la mirada hacia una nueva identidad conformada sobre una “tradición de lo nuevo”.
Desde el planteo de la pérdida identitaria, sus obras nos hablan también de la pérdida de la gran narrativa moderna. Ya no hay nada concreto que determine el sentido, nada dice ya cómo deben ser vistas las cosas ni identificadas las personas. En palabras de Arthur Danto, en Después del fin del arte “No pertenecen más a una narrativa que se inscriba ella misma en algún sitio de nuestra conciencia, entre la inquietud y el regocijo, que marca la sensibilidad histórica del presente y ayuda a definir la diferencia entre el arte moderno y el contemporáneo…”.
En esa órbita, el planteo artístico de Beibe retoma el collage, la principal figura del paradigma contemporáneo. Un collage que habilita el encuentro de dos realidades distantes pero que logra ser llevado a cabo en un plano ajeno a las dos. Un plano que promueve el surgimiento de un nuevo tipo de autoconciencia.
Sabrina Cuculiansky
Periodista
Crítica de Arte